. Simple como un puñado de arena es el paraíso.
Como ese niño que se sube al metro y se sienta en el piso;
así quiero creer que acabaré siendo.
Como el gracias del que te vende un chocolate,
como un libro cerrado en el suelo.
Aspirar a ser como la lluvia, sin apuro.
Una y otra, y una, y más.
Una y otra, otra, y más.
Varias juntas,
una
y otra, y otra,
y otra más.
Gotas.
una y una
una y otra
una gota
y otra más.
Así son.
Quietas, casi tímidas.
Así son, y así mismo caen.
Como la rama que se secó vista en una noche sin luna.
Como si te volvieras a quedar dormida aquí.
Aspirar a ser como la lluvia, sin apuro.
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