martes, 20 de abril de 2010

a tí, GRACIAS.

Nosé. Entre pequeños éxitos difusos me sentí bien. Parezco irrespetuoso con mi ideología pero, ¿hay que callarlo si es cierto?. Cuesta reconocerme tan...abierto. Hoy la noche calló suave, me arropó de negros amables y de calma. Qué raro.La tarde no fué fría y el día no fué corto. Más de uno me saludó, suponiendo que me conocía porque llevaba el mismo cuerpo de siempre. Riendo, fuí cortés.
Ingenuos, acostumbrados a juzgar por los sentidos, como si de verdad importara que sean cinco o seis.

Nos sentamos en una mesa limpia sin elegir la de la esquina. Incluso sobre ella había una ampolleta, de veinte watts. Un oficial enmarcado me miraba como si para mí empuñar una espada fuera algo digno de respeto, pero bueno, la cuestión es que no sobrábamos.
-Hola, ¿quieren servirse algo?
Y desde ahí que no pienso en otra cosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario